Los esfuerzos de las empresas por ser más responsables y transparentes sobre la forma en la que impactan sobre el planeta, sus empleados y en las comunidades en las que operan, junto a las exigencias de divulgación de información por parte de los inversores, han generado una nueva industria que mide, rastrea y compara la conducta y estrategia corporativa en su desempeño ambiental, social y de gobernanza (ESG). The Good Lobby Tracker, una iniciativa lanzada por Alberto Alemanno, profesor de Derecho y Empresa en HEC París, una de las principales escuelas de administración de empresas del mundo, ha puntuado a los principales proveedores mundiales de datos y calificaciones ESG en función de la calidad de la información relacionada con la actividad que recopilan de las empresas. Para su elaboración, Alemanno revisó los métodos utilizados por cada norma, tratando de reunir las mejores prácticas en materia de responsabilidad empresarial.
Tras evaluar todas las grandes iniciativas relacionadas con la responsabilidad política corporativa y la sostenibilidad, la metodología de evaluación identificó más de 30 mejores prácticas, organizándolas en ocho categorías: transparencia, responsabilidad, coherencia, oportunidad, gestión de riesgos, gobernanza, liderazgo y cultura.
Categorías
Cada categoría examina un aspecto diferente de las actividades políticas de una empresa, desde su divulgación y responsabilidad, alineación con las políticas, oportunidades de compromiso, gestión de riesgos, estructuras de gobierno y posición en el sector hasta la influencia de la ética de la empresa.
En su primera edición, The Good Lobby Tracker situó en los tres primeros puestos a los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas (UN-Pri); Responsible Lobbying, una iniciativa de la Fundación Bill y Melinda Gates; y los Principios de la OCDE. Estas tres, según The Good Lobby Tracker, han ganado su posición gracias a su enfoque integral de la responsabilidad política de las empresas, estableciendo normas y marcos de referencia exhaustivos que abordan cuestiones relacionadas con el cambio climático, la gobernanza y la transparencia.
Con una puntuación de 117 sobre 200, el desempeño de UN-Pri se ve respaldado por su exhaustivo marco, que se centra en cuestiones relacionadas con el clima. Los principios de Naciones Unidas sobresalieron en varias categorías, sobre todo en divulgación de la política y la posición de los grupos de presión/defensa, contribuciones políticas y actividades de los grupos de presión y defensa. Sus estrictas normas de gobernanza y su detallada información sobre el clima, señala, establecen un punto de referencia para las actividades responsables de las empresas.
